5 anécdotas curiosas de famosos filósofos.

Algunos momentos donde los pensadores del mundo expesaron lo que sienten.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Filosofía, celebración que fue instituida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación , la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el año 2002 como resultado de la necesidad de la humanidad de reflexionar sobre los acontecimientos actuales y hacer frente a los desafíos que se nos plantean.

Para festejarlo, te presentamos 5 anécdotas curiosas de los filósofos.

1.- Valery y las musas

El famoso filósofo y poeta francés, Paul Valery, era una persona que no le prestaba mucha atención a su imagen. Cierto día, se le acercó una joven que le dijo:

- Su aspecto no hace pensar para nada que usted sea un elegido por las musas.

- Tiene usted razón, señorita- replicó en voz baja y con tono misterioso -Es que yo soy de la poesía secreta.

2.- Diógenes y la hora de comer

Diógenes de Sinope fue un filósofo griego perteneciente a la escuela cínica. Vivió como un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud.

Una ocasión, uno de sus Discípulos le preguntó:

- Maestro, dinos ¿a qué hora se debe poner uno a comer?

- Depende, si eres rico puedes comer cuando quieras y, si eres pobre, siempre que puedas.

3.- Los honorarios de Sócrates

Cierto dia un hombre muy acaudalado le pidió a Sócrates que educara a su hijo. El filósofo le pidió por aquel trabajo una cantidad de quinientos dracmas, pero al hombre le pareció un precio excesivo.

- Por ese dinero puedo comprarme un asno.

- Tiene razón. Le aconsejo que lo compre y así tendrá dos.

4.- Única intervención parlamentaria

Desde 1687 a 1690, Isaac Newton fue miembro del Parlamento británico en representación de la Universidad de Cambridge. Durante el tiempo ocupó el cargo sólo pidió la palabra en una ocasión y fue para decir lo siguiente:

- "Propongo cerrar esa ventana porque aquí hace mucho frío".

5.- Yo soy el Papa

Una ocasión Bertrand Russel estaba especulando sobre enunciados condicionales del tipo :“Si llueve las calles están mojadas” y afirmaba que de un enunciado falso se puede deducir cualquier cosa.

Alguien que le escuchaba le interrumpió con la siguiente pregunta :- “Quiere usted decir que si 2 + 2 = 5 entonces usted es el Papa”.