jueves, 30 de abril de 2020

Demócrito: Biografía, Filosofía y Aportes


Demócrito: Biografía, Filosofía y Aportes

Demócrito de Abdera (c. 460 a. C. – 370 a. C.) fue un filósofo griego, también conocido como el “filósofo que se ríe” o “el filósofo risueño”, porque siempre estaba alegre y le gustaba ver el lado cómico de la vida. Algunas de sus principales aportes a la filosofía y a la ciencia son el atomismo, la antropología e importantes conocimientos de astronomía.
A pesar de haber sido contemporáneo a Sócrates, la línea de pensamiento de Demócrito se ubica en el período presocrático, puesto que su enfoque filosófico se asemejaba más al de los pensadores presocráticos que al de Sócrates y Platón.
Se cree que estudió astronomía y teología con los magos (hombres sabios) del rey persa Xerxes. Con la herencia de su padre, viajó y estudió en Persia, Babilonia, la India, Etiopía, Egipto, Grecia.
Una vez agotada su herencia, regresó a su tierra natal y se estableció con su hermano Damosis. Aquí centró sus estudios en la filosofía natural, la cual impartía a través de clases públicas. Fue discípulo de Leucipo, con quien fundó la escuela del atomismo.
Los trabajos de Demócrito cubren diversas áreas, incluyendo ética, física, matemática, música y cosmología. La mayor parte de estos trabajos ha sobrevivido gracias a fuentes secundarias, como las críticas de Aristóteles.

Biografía

El nombre Demócrito significa “escogido de la gente”. A este filósofo no sólo se le conoció por su nombre, sino también por sus apodos. Era llamado el Abderita, Milesio o el “filosofo que se ríe”.
Demócrito vivió entre los años 460 a.C. y 370 a.C., fue originario de la ciudad de Abdera, actualmente conocida como Tracia, sobre la península balcánica localizada en el extremo norte del mar Egeo. Para aquel entonces, Abdera era la capital de una gran polis de Grecia.
Al morir su padre, Demócrito recibió la herencia que éste le había dejado. Haciendo uso de este dinero, viajó a Persia, donde fue alumno de los eruditos y magos del rey Jerjes I.

Estudios

Sus estudios tuvieron lugar mientras se llevaba a cabo la campaña militar por parte de Jerjes I contra los griegos, en un evento conocido como las Guerras Médicas, que finalizarían con la conquista del Imperio Aqueménida por parte de Alejando Magno.
Se dice que Demócrito vivía de forma extravagante, razón por la cual se le atribuyen numerosas historias que tienen lugar en los diferentes lugares que visitó, incluyendo Egipto, Persia y Mesopotamia.
Una de sus más famosas leyendas indica que Demócrito se arrancó los ojos, pues estos evitaban que se pudiese concentrar durante sus cavilaciones filosóficas. También se dice que era capaz de sentir qué iba a pasar en el futuro.
También hay historias que cuentan que Demócrito solía reírse de forma irónica de la forma en que se desenvolvían los seres humanos frente a los avances del mundo. Se reía a menudo argumentando que la risa torna a los hombres sabios.

Muerte

Se cree que Demócrito murió en el año 370 a.C. a la edad de 90 años. No obstante, muchos autores de la época coinciden en que vivió más de cien años al elegir acabar con su vida de forma voluntaria.

Filosofía

En el contexto en el que se desarrolló Demócrito, la prioridad no era el enfoque empírico sino la lógica, y la necesidad de llegar a las concepciones únicamente a través de la racionalidad.
Esto se explica porque estos filósofos restaban importancia a todo lo que fuera percibido a través de los sentidos, a los cuales no les concedían características de fiabilidad. Ellos, incluido Demócrito, estimaban que la percepción sensorial era enormemente relativa.

Atomismo

Una de las contribuciones más relevantes de Demócrito fue la creación de la escuela filosófica del atomismo. Esta línea de pensamiento surgió en respuesta a lo planteado por Parménides, quien afirmó que la materia es inmutable y eterna, y que los cambios que observan nuestros sentidos son errores de percepción.
En este sentido, Demócrito y Leucipo señalaron que existían, de hecho, ciertos materiales inmutables, los cuales se combinaban en distintas formas para dar lugar a los cambios que observamos en la materia. Estos “materiales inmutables” fueron denominados “átomos”, que quiere decir “indivisible” en griego.
De acuerdo con la escuela atomista, los átomos son partículas minúsculas, sólidas, que varían en tamaño, masa y forma y que se mueven en el vacío repeliéndose. Cuando chocan entre sí, forman conglomerados que dan origen a otros materiales más complejos.
Esto quiere decir que los objetos macroscópicos que observamos a diario son en realidad cúmulos de pequeños átomos.
La teoría de Demócrito sobre los átomos era correcta en muchos aspectos, pero fue rechazada por los filósofos. Sin embargo, influyó en el desarrollo de la teoría atómica de Dalton.

Teoría atómica

En el marco de la escuela atomista, a Demócrito se le atribuye el desarrollo de la ley atómica del universo. Esta ley había sido concebida tiempo atrás por quien fue su maestro, el filósofo Leucipo.
Los principales elementos de esta teoría pueden resumirse tomando en cuenta los siguientes puntos. En primer lugar, los átomos cuentan con cinco características específicas: la primera de estas es que son indivisibles, es decir, jamás pueden separarse.
La segunda característica es que son eternos, perdurables en el tiempo, sin comienzo ni fin. La tercera particularidad se refiere a que son incompresibles, tienen formas y tamaños específicos, por lo que no pueden comprimirse.
La cuarta característica tiene relación con su homogeneidad; a pesar de que pueden presentar ciertas diferencias en cuanto a figuras y formas, los átomos son homogéneos en cuanto a su composición interior.
Por último, la quinta característica que Demócrito asignó a los átomos es que son invisibles. No es posible verlos, debido a que son infinitamente pequeños, no perceptibles para el ojo humano; solo tenemos posibilidad de acceder al resultado de la combinación de varios de estos.
Además, para Demócrito las distintas configuraciones y combinaciones que se generaban a partir de los átomos diferían entre sí en cuanto a las propiedades del elemento producido. Es decir, diferentes composiciones generaban diversas propiedades.

Relación con Dios

De lo explicado con anterioridad puede entonces deducirse que Demócrito no consideró a Dios dentro de aquello que conforma al mundo, razón por la cual este filósofo se considera como el primer ateo de la historia, así como el primer pensador con carácter materialista.
Para Demócrito, la materia no fue creada por Dios, sino que fue creada por sí misma. Él estimó que todas las modificaciones que los seres presentaban se debían a cuestiones físicas, no a elementos o acciones sobrenaturales.
De hecho, un aspecto fundamental de la teoría propuesta por Demócrito tiene que ver con la concepción del azar como base para comprender el mundo. Este filósofo establece que tanto la necesidad como el azar constituyen los elementos a partir de los cuales se generan todos los procesos.

Movimiento

La doctrina de Demócrito y Leucipo tenía una consideración importante sobre el movimiento. Hasta el momento, el movimiento se había concebido como un fenómeno que se generaba de forma puntual, como consecuencia de una acción determinada.
En cambio, Demócrito estableció que el movimiento es un elemento que en sí mismo existe, e incluso fue uno de los primeros en introducir los conceptos vinculados con lo que hoy conocemos como inercia.

Vacío

Este concepto de Demócrito, asociado al no ser, era considerado a su vez como un ente con carácter no absoluto. Esto es así debido a que considera que el vacío era el escenario en el cual las partículas libres, no relacionadas entre sí, se movían.
Demócrito estableció que el vacío también está presente en la materia, debido a que consideró que cada átomo estaba caracterizado por una forma en particular, lo que le permitía vincularse con otros para generar un elemento determinado.

Combinación, no fusión

Esta unión de átomos era solo combinación, no fusión, debido a que estas partículas permanecían siempre como elementos diferentes entre sí.
Entonces, según Demócrito, dentro de estos elementos recién formados como consecuencia de la mezcla de átomos existe también una pequeña porción de vacío que contribuye en la diferenciación de cada átomo.
De hecho, el vacío es el espacio que permite que los átomos estén en constante movimiento y que le otorga la característica de eternidad.
Demócrito estableció que los átomos se unen para generar nuevos elementos. Como consecuencia de un choque entre estos elementos y otros, los átomos vuelven a separarse y posteriormente se combinan con otros para formar nuevos elementos, y así sucesivamente.
Entonces, sin la existencia del vacío los átomos no tendrían ese escenario ideal para desenvolverse y volver a unirse con otros, para formar nuevas combinaciones.

“El bien supremo”

En materia de ética, Demócrito siguió una filosofía semejante al hedonismo, tanto que podría ser considerada la predecesora de este. Fue uno de los primeros filósofos en plantear la existencia de un “bien supremo” o meta, al que llamó “buen humor” o “alegría”.
Este buen humor se relacionaba directamente con la capacidad del ser humano de disfrutar la vida sin tener que preocuparse por los problemas que lo rodeen.
Asimismo, señaló que este estado de bienestar se lograba a través de la búsqueda moderada de placeres, distinguiendo dos tipos: los placeres útiles y los dañinos, siendo los útiles los que generaban alegría.
A Demócrito se le atribuye la frase “el hombre valiente es aquel que vence no solo a sus enemigos sino a sus placeres”.

Aportes a la filosofía y ciencia

Geometría

A pesar de que Demócrito es más conocido gracias a su teoría atomista y sus estudios filosóficos, también fue un reconocido geómetra.
De hecho, esta ciencia fue una de las que más enseñó a quienes le seguían y muchas de sus publicaciones —que lamentablemente no han sobrevivido a nuestra época— tenían relación con el ámbito de la geometría y la astronomía.
Su interés por la geometría puede comprenderse al mirar el contexto de la época, pues muchos filósofos consideraban que la gran mayoría de los hechos y situaciones que se daban en el mundo podían explicarse a través de la geometría y la aritmética.
Esto se evidencia en el hecho de que Demócrito incluso llegó a dar características de figuras geométricas a elementos abstractos como el olor o el sabor. En este sentido, asoció algunas formas con ciertos elementos, lo cual significaba que sabían a tal o cual cosa.
Por ejemplo, para Demócrito los elementos que eran redondeados y lisos se caracterizaban por tener un sabor amargo; así mismo, las sustancias que eran más bien circulares tenían un sabor más dulce, y todos aquellos elementos ácidos y agrios tenían una estructura aguda y con ángulos.
Estas interpretaciones, que también se aplicaron en otros ámbitos como en el tacto, dan fe de lo elemental que este filósofo consideraba que eran las formas geométricas.

Estudio de los volúmenes

Además, entre sus estudios destacan también diversos tratados relacionados con el volumen de las figuras.
Por ejemplo, según registros históricos se cree que Demócrito pudo haber hallado la fórmula que refleja el volumen de una pirámide, y que también descubrió que esa misma fórmula puede aplicarse en el caso de querer identificar el volumen de un cono.
De estas disertaciones surgieron dos teoremas principales que se atribuyen a Demócrito. El primero de estos teoremas indica que, al comparar un cilindro y un cono que tengan altura y base igual, el volumen de dicho cono será una tercera parte del volumen de dicho cilindro.
El segundo teorema que se atribuye a Demócrito indica que, teniendo una pirámide y un prisma que miden lo mismo y tienen la misma base, el volumen correspondiente a la pirámide será una tercera parte del volumen del prisma.

Disertaciones sobre la luz

Como se ha visto, Demócrito fue un filósofo que se enfocó en comprender el porqué de las cosas basándose en el ámbito físico, dando especial importancia a la materia y su composición.
Por ende, las inquietudes que presentó estaban vinculadas con dar explicación física a diferentes fenómenos. Uno de estos fue la luz y su naturaleza corpuscular.
A raíz de sus razonamientos, Demócrito se identificó con la teoría de la emisión, que indica que los ojos producen una especie de rayos o partículas, gracias a las cuales es posible percibir y distinguir los objetos.

Teoría de la percepción

La teoría de la percepción de Demócrito está estrechamente relacionada con la escuela del atomismo. Este filósofo señalaba que las imágenes (eidôla) eran en realidad capas de átomos.
Estas películas de átomos se encogen y se expanden. Solo aquellas que se encojan lo suficiente son capaces de entrar en el ojo humano.
En este sentido, son los cambios producidos en las películas de átomos los que nos permiten percibir la realidad. Asimismo, las propiedades visibles de los objetos macroscópicos (como el tamaño y la forma) son producto de dichas películas.

El conocimiento

En materia de epistemología, Demócrito distinguió dos tipos de conocimiento: el conocimiento bastardo y el conocimiento legítimo. El conocimiento bastardo es aquel subjetivo e insuficiente, que se obtiene a través de la percepción sensorial.
Por su parte, el conocimiento legítimo es el conocimiento genuino, el cual se obtiene a través del procesamiento del conocimiento bastardo, empleando un razonamiento inductivo.

La antropología

A pesar de que no existe evidencia contundente, algunos historiadores señalan que es posible que Demócrito haya sido el creador de la teoría sobre el desarrollo histórico de las comunidades humanas.
Esta suposición se hace tomando en cuenta la información obtenida a través de fuentes secundarias, según la cual Demócrito demostró interés por el estudio del origen de las sociedades humanas, sus instituciones y su cultura. Esto quiere decir que este estudioso griego pudo haber sido uno de los primeros antropólogos.

Matemáticas y geometría

Demócrito fue uno de los pioneros en matemáticas y geometría. De hecho, escribió tratados sobre los números, las figuras, las tangentes, los números irracionales, entre otros. Sin embargo, en nuestros días no existen copias de estos tratados y se sabe de ellos solo gracias a fuentes secundarias.
De igual modo, se sabe que Demócrito fue el primero en observar que el volumen de un cono es igual al tercio del volumen de un cilindro que tenga la misma base y la misma altura del cono en cuestión.

Astronomía

Demócrito fue también el primer filósofo en darse cuenta de que el cuerpo celestial que conocemos como la Vía Láctea estaba formado por la luz de miles de estrellas distantes.
Asimismo, fue uno de los primeros en plantear que el universo estaba lleno de planetas, alguno de los cuales estaban deshabitados.

Obras

La obra de Demócrito fue desconocida en Atenas. Se cree que Aristóteles fue el primero en estudiarla y comentarla de manera extensa, y que la razón por la que su obra no fue tan famosa como la de otros filósofos se debe a que a él mismo no le interesaba ser famoso.
Tras su muerte, el historiador griego Diógenes Laercio hablaría sobre la existencia de múltiples escritos dejados por Demócrito. Estos escritos incluirían más de 70 textos y tratados sobre matemática, ética, física, técnica y música.
Entre sus obras más famosas destacan el Gran Diacosmos, y varias compilaciones de fragmentos de sus pensamientos, como lo son las de Leszl, Diels-Kranz y Luria.
Por el contenido de su obra, Demócrito es considerado uno de los primeros autores enciclopédicos de la historia.










Por Catherine Martinez

Demócrito de Abdera (c. 460 a. C. – 370 a. C.) fue un filósofo griego, también conocido como el “filósofo que se ríe” o “el filósofo risueño”, porque siempre estaba alegre y le gustaba ver el lado cómico de la vida. Algunas de sus principales aportes a la filosofía y a la ciencia son el atomismo, la antropología e importantes conocimientos de astronomía.

A pesar de haber sido contemporáneo a Sócrates, la línea de pensamiento de Demócrito se ubica en el período presocrático, puesto que su enfoque filosófico se asemejaba más al de los pensadores presocráticos que al de Sócrates y Platón.

Se cree que estudió astronomía y teología con los magos (hombres sabios) del rey persa Xerxes. Con la herencia de su padre, viajó y estudió en Persia, Babilonia, la India, Etiopía, Egipto, Grecia.

Una vez agotada su herencia, regresó a su tierra natal y se estableció con su hermano Damosis. Aquí centró sus estudios en la filosofía natural, la cual impartía a través de clases públicas. Fue discípulo de Leucipo, con quien fundó la escuela del atomismo.

Los trabajos de Demócrito cubren diversas áreas, incluyendo ética, física, matemática, música y cosmología. La mayor parte de estos trabajos ha sobrevivido gracias a fuentes secundarias, como las críticas de Aristóteles.


Índice [Ocultar]
Biografía

El nombre Demócrito significa “escogido de la gente”. A este filósofo no sólo se le conoció por su nombre, sino también por sus apodos. Era llamado el Abderita, Milesio o el “filosofo que se ríe”.

Demócrito vivió entre los años 460 a.C. y 370 a.C., fue originario de la ciudad de Abdera, actualmente conocida como Tracia, sobre la península balcánica localizada en el extremo norte del mar Egeo. Para aquel entonces, Abdera era la capital de una gran polis de Grecia.

Al morir su padre, Demócrito recibió la herencia que éste le había dejado. Haciendo uso de este dinero, viajó a Persia, donde fue alumno de los eruditos y magos del rey Jerjes I.
Estudios

Sus estudios tuvieron lugar mientras se llevaba a cabo la campaña militar por parte de Jerjes I contra los griegos, en un evento conocido como las Guerras Médicas, que finalizarían con la conquista del Imperio Aqueménida por parte de Alejando Magno.

Se dice que Demócrito vivía de forma extravagante, razón por la cual se le atribuyen numerosas historias que tienen lugar en los diferentes lugares que visitó, incluyendo Egipto, Persia y Mesopotamia.

Una de sus más famosas leyendas indica que Demócrito se arrancó los ojos, pues estos evitaban que se pudiese concentrar durante sus cavilaciones filosóficas. También se dice que era capaz de sentir qué iba a pasar en el futuro.

También hay historias que cuentan que Demócrito solía reírse de forma irónica de la forma en que se desenvolvían los seres humanos frente a los avances del mundo. Se reía a menudo argumentando que la risa torna a los hombres sabios.
Muerte

Se cree que Demócrito murió en el año 370 a.C. a la edad de 90 años. No obstante, muchos autores de la época coinciden en que vivió más de cien años al elegir acabar con su vida de forma voluntaria.
Filosofía

En el contexto en el que se desarrolló Demócrito, la prioridad no era el enfoque empírico sino la lógica, y la necesidad de llegar a las concepciones únicamente a través de la racionalidad.

Esto se explica porque estos filósofos restaban importancia a todo lo que fuera percibido a través de los sentidos, a los cuales no les concedían características de fiabilidad. Ellos, incluido Demócrito, estimaban que la percepción sensorial era enormemente relativa.
Atomismo

Una de las contribuciones más relevantes de Demócrito fue la creación de la escuela filosófica del atomismo. Esta línea de pensamiento surgió en respuesta a lo planteado por Parménides, quien afirmó que la materia es inmutable y eterna, y que los cambios que observan nuestros sentidos son errores de percepción.

En este sentido, Demócrito y Leucipo señalaron que existían, de hecho, ciertos materiales inmutables, los cuales se combinaban en distintas formas para dar lugar a los cambios que observamos en la materia. Estos “materiales inmutables” fueron denominados “átomos”, que quiere decir “indivisible” en griego.

De acuerdo con la escuela atomista, los átomos son partículas minúsculas, sólidas, que varían en tamaño, masa y forma y que se mueven en el vacío repeliéndose. Cuando chocan entre sí, forman conglomerados que dan origen a otros materiales más complejos.

Esto quiere decir que los objetos macroscópicos que observamos a diario son en realidad cúmulos de pequeños átomos.

La teoría de Demócrito sobre los átomos era correcta en muchos aspectos, pero fue rechazada por los filósofos. Sin embargo, influyó en el desarrollo de la teoría atómica de Dalton.
Teoría atómica

En el marco de la escuela atomista, a Demócrito se le atribuye el desarrollo de la ley atómica del universo. Esta ley había sido concebida tiempo atrás por quien fue su maestro, el filósofo Leucipo.

Los principales elementos de esta teoría pueden resumirse tomando en cuenta los siguientes puntos. En primer lugar, los átomos cuentan con cinco características específicas: la primera de estas es que son indivisibles, es decir, jamás pueden separarse.


La segunda característica es que son eternos, perdurables en el tiempo, sin comienzo ni fin. La tercera particularidad se refiere a que son incompresibles, tienen formas y tamaños específicos, por lo que no pueden comprimirse.

La cuarta característica tiene relación con su homogeneidad; a pesar de que pueden presentar ciertas diferencias en cuanto a figuras y formas, los átomos son homogéneos en cuanto a su composición interior.

Por último, la quinta característica que Demócrito asignó a los átomos es que son invisibles. No es posible verlos, debido a que son infinitamente pequeños, no perceptibles para el ojo humano; solo tenemos posibilidad de acceder al resultado de la combinación de varios de estos.

Además, para Demócrito las distintas configuraciones y combinaciones que se generaban a partir de los átomos diferían entre sí en cuanto a las propiedades del elemento producido. Es decir, diferentes composiciones generaban diversas propiedades.
Relación con Dios

De lo explicado con anterioridad puede entonces deducirse que Demócrito no consideró a Dios dentro de aquello que conforma al mundo, razón por la cual este filósofo se considera como el primer ateo de la historia, así como el primer pensador con carácter materialista.

Para Demócrito, la materia no fue creada por Dios, sino que fue creada por sí misma. Él estimó que todas las modificaciones que los seres presentaban se debían a cuestiones físicas, no a elementos o acciones sobrenaturales.

De hecho, un aspecto fundamental de la teoría propuesta por Demócrito tiene que ver con la concepción del azar como base para comprender el mundo. Este filósofo establece que tanto la necesidad como el azar constituyen los elementos a partir de los cuales se generan todos los procesos.
Movimiento

La doctrina de Demócrito y Leucipo tenía una consideración importante sobre el movimiento. Hasta el momento, el movimiento se había concebido como un fenómeno que se generaba de forma puntual, como consecuencia de una acción determinada.

En cambio, Demócrito estableció que el movimiento es un elemento que en sí mismo existe, e incluso fue uno de los primeros en introducir los conceptos vinculados con lo que hoy conocemos como inercia.
Vacío

Este concepto de Demócrito, asociado al no ser, era considerado a su vez como un ente con carácter no absoluto. Esto es así debido a que considera que el vacío era el escenario en el cual las partículas libres, no relacionadas entre sí, se movían.

Demócrito estableció que el vacío también está presente en la materia, debido a que consideró que cada átomo estaba caracterizado por una forma en particular, lo que le permitía vincularse con otros para generar un elemento determinado.
Combinación, no fusión

Esta unión de átomos era solo combinación, no fusión, debido a que estas partículas permanecían siempre como elementos diferentes entre sí.

Entonces, según Demócrito, dentro de estos elementos recién formados como consecuencia de la mezcla de átomos existe también una pequeña porción de vacío que contribuye en la diferenciación de cada átomo.


De hecho, el vacío es el espacio que permite que los átomos estén en constante movimiento y que le otorga la característica de eternidad.

Demócrito estableció que los átomos se unen para generar nuevos elementos. Como consecuencia de un choque entre estos elementos y otros, los átomos vuelven a separarse y posteriormente se combinan con otros para formar nuevos elementos, y así sucesivamente.

Entonces, sin la existencia del vacío los átomos no tendrían ese escenario ideal para desenvolverse y volver a unirse con otros, para formar nuevas combinaciones.
“El bien supremo”

En materia de ética, Demócrito siguió una filosofía semejante al hedonismo, tanto que podría ser considerada la predecesora de este. Fue uno de los primeros filósofos en plantear la existencia de un “bien supremo” o meta, al que llamó “buen humor” o “alegría”.

Este buen humor se relacionaba directamente con la capacidad del ser humano de disfrutar la vida sin tener que preocuparse por los problemas que lo rodeen.

Asimismo, señaló que este estado de bienestar se lograba a través de la búsqueda moderada de placeres, distinguiendo dos tipos: los placeres útiles y los dañinos, siendo los útiles los que generaban alegría.

A Demócrito se le atribuye la frase “el hombre valiente es aquel que vence no solo a sus enemigos sino a sus placeres”.

Aportes a la filosofía y ciencia
Geometría

A pesar de que Demócrito es más conocido gracias a su teoría atomista y sus estudios filosóficos, también fue un reconocido geómetra.

De hecho, esta ciencia fue una de las que más enseñó a quienes le seguían y muchas de sus publicaciones —que lamentablemente no han sobrevivido a nuestra época— tenían relación con el ámbito de la geometría y la astronomía.

Su interés por la geometría puede comprenderse al mirar el contexto de la época, pues muchos filósofos consideraban que la gran mayoría de los hechos y situaciones que se daban en el mundo podían explicarse a través de la geometría y la aritmética.

Esto se evidencia en el hecho de que Demócrito incluso llegó a dar características de figuras geométricas a elementos abstractos como el olor o el sabor. En este sentido, asoció algunas formas con ciertos elementos, lo cual significaba que sabían a tal o cual cosa.

Por ejemplo, para Demócrito los elementos que eran redondeados y lisos se caracterizaban por tener un sabor amargo; así mismo, las sustancias que eran más bien circulares tenían un sabor más dulce, y todos aquellos elementos ácidos y agrios tenían una estructura aguda y con ángulos.

Estas interpretaciones, que también se aplicaron en otros ámbitos como en el tacto, dan fe de lo elemental que este filósofo consideraba que eran las formas geométricas.
Estudio de los volúmenes

Además, entre sus estudios destacan también diversos tratados relacionados con el volumen de las figuras.

Por ejemplo, según registros históricos se cree que Demócrito pudo haber hallado la fórmula que refleja el volumen de una pirámide, y que también descubrió que esa misma fórmula puede aplicarse en el caso de querer identificar el volumen de un cono.

De estas disertaciones surgieron dos teoremas principales que se atribuyen a Demócrito. El primero de estos teoremas indica que, al comparar un cilindro y un cono que tengan altura y base igual, el volumen de dicho cono será una tercera parte del volumen de dicho cilindro.

El segundo teorema que se atribuye a Demócrito indica que, teniendo una pirámide y un prisma que miden lo mismo y tienen la misma base, el volumen correspondiente a la pirámide será una tercera parte del volumen del prisma.
Disertaciones sobre la luz

Como se ha visto, Demócrito fue un filósofo que se enfocó en comprender el porqué de las cosas basándose en el ámbito físico, dando especial importancia a la materia y su composición.

Por ende, las inquietudes que presentó estaban vinculadas con dar explicación física a diferentes fenómenos. Uno de estos fue la luz y su naturaleza corpuscular.

A raíz de sus razonamientos, Demócrito se identificó con la teoría de la emisión, que indica que los ojos producen una especie de rayos o partículas, gracias a las cuales es posible percibir y distinguir los objetos.
Teoría de la percepción

La teoría de la percepción de Demócrito está estrechamente relacionada con la escuela del atomismo. Este filósofo señalaba que las imágenes (eidôla) eran en realidad capas de átomos. 


Estas películas de átomos se encogen y se expanden. Solo aquellas que se encojan lo suficiente son capaces de entrar en el ojo humano.

En este sentido, son los cambios producidos en las películas de átomos los que nos permiten percibir la realidad. Asimismo, las propiedades visibles de los objetos macroscópicos (como el tamaño y la forma) son producto de dichas películas.
El conocimiento

En materia de epistemología, Demócrito distinguió dos tipos de conocimiento: el conocimiento bastardo y el conocimiento legítimo. El conocimiento bastardo es aquel subjetivo e insuficiente, que se obtiene a través de la percepción sensorial.

Por su parte, el conocimiento legítimo es el conocimiento genuino, el cual se obtiene a través del procesamiento del conocimiento bastardo, empleando un razonamiento inductivo.
La antropología

A pesar de que no existe evidencia contundente, algunos historiadores señalan que es posible que Demócrito haya sido el creador de la teoría sobre el desarrollo histórico de las comunidades humanas.

Esta suposición se hace tomando en cuenta la información obtenida a través de fuentes secundarias, según la cual Demócrito demostró interés por el estudio del origen de las sociedades humanas, sus instituciones y su cultura. Esto quiere decir que este estudioso griego pudo haber sido uno de los primeros antropólogos.
Matemáticas y geometría

Demócrito fue uno de los pioneros en matemáticas y geometría. De hecho, escribió tratados sobre los números, las figuras, las tangentes, los números irracionales, entre otros. Sin embargo, en nuestros días no existen copias de estos tratados y se sabe de ellos solo gracias a fuentes secundarias.

De igual modo, se sabe que Demócrito fue el primero en observar que el volumen de un cono es igual al tercio del volumen de un cilindro que tenga la misma base y la misma altura del cono en cuestión.
Astronomía

Demócrito fue también el primer filósofo en darse cuenta de que el cuerpo celestial que conocemos como la Vía Láctea estaba formado por la luz de miles de estrellas distantes. 

Asimismo, fue uno de los primeros en plantear que el universo estaba lleno de planetas, alguno de los cuales estaban deshabitados. 
Obras

La obra de Demócrito fue desconocida en Atenas. Se cree que Aristóteles fue el primero en estudiarla y comentarla de manera extensa, y que la razón por la que su obra no fue tan famosa como la de otros filósofos se debe a que a él mismo no le interesaba ser famoso.

Tras su muerte, el historiador griego Diógenes Laercio hablaría sobre la existencia de múltiples escritos dejados por Demócrito. Estos escritos incluirían más de 70 textos y tratados sobre matemática, ética, física, técnica y música.

Entre sus obras más famosas destacan el Gran Diacosmos, y varias compilaciones de fragmentos de sus pensamientos, como lo son las de Leszl, Diels-Kranz y Luria.



Por el contenido de su obra, Demócrito es considerado uno de los primeros autores enciclopédicos de la historia.

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